¿Qué leemos que nos define el amor?



Hablemos ahora de nuestra socialización entre libros, ¿Cómo creéis  que aprendemos de amor desde nuestros libros preferidos en la niñez o adolescencia e incluso en nuestra juventud?

Creemos que es fácil reflejarlo si ponemos un claro ejemplo, pues nos encontramos con que en el año 2007 en España cuando llegaron a nuestro país  la maravillosa saga de Federico Moccia  (pues de otros no somos testigos) nótese aquí la ironía, todas las librerías nos ofrecían los ejemplares de este autor, donde solo con el título de estos nos podemos imaginar cual es la trama que esconden o que no esconden,  A tres metros sobre el cielo, Perdona si te llamo amor, Perdona pero quiero casarme contigo, Tengo ganas de ti, Tres veces tú y otros muchos, han sido libros que han tenido mucho éxito al instante de salir en venta.



No hacen falta muchas explicaciones más si recordamos las joyitas también de E. L. James y sus novelas romántico-eróticas que tanto han dado que hablar y que tanto daño han hecho a la percepción de niñas, niños, adolescentes, y jóvenes e incluso esta vez a personas de edad adultas, las cuales ahora sueñan con tener un Christian Grey en su vida.



Los libros que hemos puesto de ejemplo son solo eso, un ejemplo, pues podemos encontrar una cantidad exagerada de libros de este tipo.


Su historia principal suele tener como protagonistas a un chico siempre chico y una chica siempre chica que casualmente un día el chico atropella a la chica con tan buena suerte de que nunca le pasa nada y no se enfada ni nada sino que se enamoran perdidamente y comen cereales en un café cercano, sin aparcar el coche ni nada. Además a los dos días se prometen amor eterno, fidelidad absoluta, ya no aparecen como protagonistas amigas ni amigos, solo la pareja y por fin la escena de sexo, si puede ser la perdida de la virginidad mejor, con sus velitas, sus pétalos recién arrancados, bañera con espuma los que son más pudientes, y si no una choza, pero ¡cuidado! En la choza también hay pétalos y rosas. Todo muy bonito.


Algo así son las lecturas de niñas y niños, adolescentes e incluso jóvenes como ya hemos dicho, de esta manera se produce una idealización directa de lo que debe o no debe ser el amor, del etiquetaje inmediato de este, de lo que se espera de tu pareja por ser tu pareja, de lo que nunca puede pasar y de lo que sí o sí debe pasar, de lo bonito que debe ser todo al sentirse enamorado, de lo especial y lo calculada que debe ser la pérdida de virginidad (en ningún caso educan sexualmente ni informan de la parte en la que se usa preservativo ni otro anticonceptivo, lo demás si se explica con detalle, en muchos casos haciendo uso de la imagen de la mujer como sumisa y enamoradiza bajo cualquier coste y al hombre, sin embargo como el campeón de turno o durito motorista de chupa negra u hombre de traje).
 


Estos libros más tarde se convierten en película (tema del que hablamos en otra de nuestras entradas) y es fácil en poco tiempo encontrarlo en cualquier formato por Internet de forma gratuita.

A modo de denuncia o de crítica, con esto queremos dejar reflejado que las lecturas de moda, que más se venden y que más se patrocinan a lo largo de nuestra vida, no dejan de ser otro claro ejemplo de inculcación del amor, de amor calculado, meditado y poco transparente además de que son de forma constante historias de monogamia y heterosexualidad sin contemplar ningún tipo de alternativa, dirigiéndose exclusivamente a una parte de la población joven y no a toda.
Por supuesto los libros también ha llegado a la tecnología y pocas son las personas que leen libro en papel hoy en día, ya sea por el fácil acceso a ellos en pdf gratuito o por los famosos libros electrónicos cada vez más pequeños y ligeros que facilitan la lectura.


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