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MÉTODO KIVA
Finlandia, el país con el mejor sistema educativo del mundo según los informes PISA, implantó en el año 2007 el sistema Kiva para combatir el bullying. Hoy en día, se está aplicando en un 90% de los centros educativos de Finlandia y está obteniendo un gran éxito. Algunos países han querido tomar como modelo el método Kiva en su país para paliar el acoso escolar, países como EE.UU, Italia, Holanda, Reino Unido y Bélgica.
Este método fue desarrollado por la Universidad de Turko. Surgió a raíz de dos desagradables sucesos ocurridos en el año 2007, cuando un chico de 18 años de edad irrumpió en su propia escuela de la localidad de Jokela (Tuusula) y asesinó a tiros a 8 personas antes de suicidarse. Un año después, un suceso similar se repitió en el oeste del país, y 10 fallecieron incluido el asesino, un joven de 22 años.
Es un método que iguala la importancia tanto de prevenir el acoso como de resolver dicha situación violenta, mediante el dialogo y el consenso con medidas disciplinarias.
Para la prevención, los alumnos acuden aproximadamente a 20 clases donde aprenden a reconocer el acoso y se realizan ejercicios para la mejora de la convivencia escolar. Estas clases se imparten en tres etapas, cuando el alumnado tiene 7, 10 y 13 años.
Cuando se detecta una situación de acoso escolar, los docentes que integran el programa KIVA actúan siguiendo el siguiente protocolo: se entrevistan con la víctima, el bully, los espectadores y con todos aquellos alumnos que tengan alguna relación con la situación. El siguiente paso es comunicar los hechos a los padres de víctimas y agresores siempre que se crea oportuno, ya que lo normal es que, tras la entrevista el bully deje de repetir la situación, aunque existen otras situaciones que han de ser solventadas con métodos más drásticos, como separar a los implicados en diferentes centros educativos. El último paso sería llevar a cabo un seguimiento del caso.
Los casos de acoso escolar en Finlandia se han reducido en más de un 60% y no se ha vuelto a producir ningún caso de violencia alarmante.
Con este método, con la comunicación no verbal no hay que cambiar la actitud de la víctima, sino influir en los testigos. Cuando se consigue que no colaboren en el acoso los testigos, la actitud del bully también cambia, ya que normalmente él actúa acompañado, porque normalmente aunque el acosador tenga una apariencia corpulenta en la mayoría de los casos, su autoestima es muy baja aunque cueste de creer. El objetivo es concienciar de la importancia de actuar en grupo, de ser empático, y de apoyar a la víctima.
Gracias a las TIC, esté método ha llegado a todos los rincones del mundo, ya que ha sido difundido por Internet, y han sido muchos los colegios e institutos de varios países que han podido aplicar este método en sus centros educativos.
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