Personajes de videojuegos y comunidad LGTBI

ORGULLO GAYMER: VIDEOJUEGOS Y COMUNIDAD LGTBI.

En 1999 la transexualidad siguió asociándose a personajes menores y antagónicos como Adel (Final Fantasy VIII, PSX), una bruja a la que pocos refieren en género femenino por su físico robusto. Mientras tanto, Gabriel Knight 3: Blood of the Sacred, Blood of the Damned (PC) pasó de puntillas sobre la relación romántica de Lady Howard y Estelle Stiles. Por supuesto una aventura gráfica, género que mayores esfuerzos ha hecho por la normalización del colectivo LGTB. Impensable que títulos de acción pura y dura como The Incredible Hulk: The Pantheon Saga (PSX) obviasen la censura en personajes como Hector, abiertamente gay en el cómic.
Siguió el caso de Evil Zone, juego de combates uno contra uno para PSOne donde el lesbianismo de Setsuna Saizuki, Kakurine e Ihadurca se alude con intenciones puramente morbosas. El point-and-click volvió al rescate poco después con The Longest Journey (PC), cuyos secundarios (policía gay inclusive) se plasmaron con absoluta naturalidad, ajenos a la decadencia social.
Tres ejemplos más a destacar en este cierre de década. South Park Rally (PSX, Nintendo 64, Dreamcast, PC) supo reírse de los estereotipos con Big Gay Al, al que se dedica uno de los circuitos. Star Trek: Voyager: Elite Force (PS2, PC) nos permitió escoger a una mujer protagonista, con la que un NPC femenino flirtea por defecto. Finalmente, Persona 2: Innocent Sin (PSOne) narró  el romance infantil entre Kurosu Jun y Suou Tatsuya, trama que se desvanece en Persona 2: Eternal Punishment (PSOne) por causa del puritanismo japonés. Alguien dentro de Atlus debió pensar que se habían traspasado ciertos límites. Con todo, Shin Megami Tensei sigue siendo una de las franquicias más transgresoras al respecto.
La extinta Ocean demostró que aún quedaba un largo camino por andar en esto de los prejuicios sobre orientación sexual. Entre los luchadores de Fighters Destiny (Nintendo 64, 2000) encontramos a Cherry, drag queen que hizo las veces de jefe. Al menos la versión original respetó su género, pues a Estados Unidos llegó como mujer e incluso el doblaje se adaptó en consecuencia.
Igual de reprobable resultó el tratamiento de Alfred Ashford en Resident Evil: Code Veronica (Dreamcast, 2000), aunque pudiese interpretarse como guiño al maestro Hitchcock. Sin entrar en revelaciones, el travestismo se ligó a la inestabilidad mental y emocional. Algo similar a lo visto en Resident Evil: Dead Aim (PS2, 2003) con Morpheus D. Duvall, quien se somete a múltiples operaciones de cambio de sexo con tremebundo resultado. ¿Y qué decir de Venom en Guilty Gear X? Precursor del estilismo Gaga y ensimismado con su amanerado mentor Zato-1.
Ya en 2001 recibimos una de cal y otra de arena con Los Sims, tras añadirse la posibilidad de citarnos con personajes del mismo sexo. Suponemos que por el conservadurismo de Nintendo, las versiones para Game Boy Advance y posteriormente Nintendo DS erradicaron dicha opción. El mismo año, Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty (PS2) nos sorprendió con Vamp (amante bisexual de un comandante de la Marina estadounidense) y Fear Effect 2: Retro Helix(PSOne) incluyó una subtrama lésbica.
Los últimos cinco años han estado marcados por unos pocos títulos muy resonantes. Scott Pilgrim vs. the World: The Game convirtió un beso lésbico en ataque devastador, Assassin’s Creed II reflejó el romance de Da Vinci con su discípulo Salaì y Fallout: New Vegas se atrevió con la desaprobación paterna en el personaje de Veronica Santangelo.
Todos recuerdan, no obstante, el momento en que una revista pornográfica reveló la homosexualidad de Bill (tipo duro de manual) en The Last of Us. Loable movimiento de Naughty Dog en pleno debate sobre la sexualidad de Nathan Drake.
Claro que también han seguido dándose imágenes reprobables, como las mofas a Quique Montemayor en Red Dead Redemption, las lesbianas incestuosas a modo de jefe en Dead Rising 2 o los cambios de parecer sexual de Trevor Phillips (GTA V) explicados por un desorden bipolar.
Aunque es bueno que sepamos reírnos de nosotros mismos (La Vara de la VerdadMi ex novio el tirano espacial), apena que la inmensa mayoría del software recurra al colectivo LGTB en tono extravagante, máxime cuando propicia debates que suscitarían tramas apasionadas.
Tampoco han sido éstos años relevantes en cuanto a narrativa homosexual. The Division y The Walking Dead: Michonne pasan de puntillas por sendas subtramas (la ex-mujer de Jessica Kandel por un lado y la pareja conformada por Zachary y Jonas por otro). Firewatch menciona a unos tales Ron y Dave, siendo este último no correspondido por el primero.
Kindred Spirits on the Roof se hizo notar como la primera novela erótica (de carácter lésbico) no censurada en Steam. Mientras Baldur’s Gate: Siege of Dragonspear incorporaba a Mizhena, una mujer transexual que ha despertado la homofobia de algunos usuarios. Como bien explica Xavi Martínez en Gaymer.es: “cuando el propio creador de los Reinos Olvidados tiene que dejar claro que las orientaciones sexuales son parte de su ambientación, es que muchos escriben sin pensar las estupideces que teclean”.

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