Antecedentes Históricos

Antecedentes Históricos

La homofobia no existió siempre, en las civilizaciones antiguas como las romanas, los mayas, los sumerios, la China de la dinastía y los griegos se consideraban permitidas e incluso sagradas las prácticas sexuales entre personas del mismo sexo. En la Grecia antigua se consideraba normal que un hombre fuese amante de un hombre mayor, normalmente quien se encargaba de su educación política, moral, social y científica.
En la antigua Roma pensaban en la homosexualidad como un símbolo de degeneración moral, sin embargo, era frecuente que un hombre penetrara a un esclavo o a un joven, considerando lo contrario como una desgracia.Sin embargo, las primeras persecuciones de homosexuales por sodomía son a mediados del siglo VI, cuando el emperador Bizantino Justiniano y su esposa Teodora prohíben los actos contra natura por motivos políticos, amparándose en razones religiosas. La ley preveía como castigo la castración y el paseo público por las calles.
La moral cristiana ejerció una gran influencia en la sociedad de la Edad Media, la homosexualidad empezó a considerarse un pecado, como un delito y se comenzó a perseguir brutalmente a las personas que tuvieran relaciones sexuales con alguien del mismo sexo.
Durante el siglo XX destacó la persecución de la homosexualidad llevada a cabo por la Alemania Nazi, que consideraba dicha orientación sexual como un defecto genético y por lo tanto una causa de inferioridad. Se calcula que aproximadamente 100 mil hombres fueron arrestados entre 1933 y 1945, de éstos la mitad fueron a prisión, y entre 15 mil y 10 mil fueron llevados a campos de concentración y tan sólo cuatro mil sobrevivieron al finalizar la guerra.
En 1970, la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social dio el enfoque de “tratar” y “curar” la homosexualidad. Un total de cinco mil personas fueron arrestadas por tener un comportamiento gay durante la época del franquismo.



ISLA DE LESBOS.


Las hijas de Ares y Harmonía, dos amazonas, formaron una comunidad únicamente compuesta por mujeres que no aceptaban hombres, salvo que necesitaran de ellos para la reproducción. Siguiendo este objetivo, se instalaron en la Isla de Lesbos, esperando que náufragos llegaran al reino y quisieran saciarse sexualmente con ellas, si esto sucedía, los retenían como esclavos hasta dar a luz a los hijos. Si salían niñas, las amazonas las adoptaban y criaban en el arte de la guerra, si eran niños los cedían a los padres, y en caso de que no los aceptaran, los asesinaban.
Se decía que en esta isla se encontraban gran cantidad de mujeres homosexuales, como la poetisa Safo, nacida allí, que fue la primera mujer que profesó su amor por otra mujer y por ello se dice que el concepto del lesbianismo procede de allí.



LA REPRESIÓN ESPAÑOLA.

Tras el fin de la Guerra Civil, la dictadura franquista reprimió cualquier atisbo de libertad. En un primer momento, el control de los comportamientos considerados como "inmorales" fue delegado en la Iglesia católica. Sin embargo, las décadas de los cincuenta y los sesenta se caracterizaron por una mínima apertura al exterior, como consecuencia del aumento del turismo. Ante esta situación, la dictadura decidió tomar cartas en el asunto, considerando a los homosexuales como "una amenaza para el orden público".
El régimen consideraba superior al hombre y por ello, la virilidad era vista como algo de valor supremo con la mujer a su servicio como única utilidad de perpetuar la raza y los quehaceres del hogar. Esta ideología patriarcal excluía cualquier diferencia sexual o de género, tanto la homosexualidad, bisexualidad o cualquier cosa que se saliera del género binario se consideraba delito y enfermedad. Por ello todas las instituciones del sistema eran de ideología machista y homófoba, quienes no se atuvieran a ella sufrían terribles consecuencias que atentaban contra sus derechos.
Durante los primeros años no era una preocupación prioritaria del régimen, pero ya se utilizaba la figura de escándalo público para condenar las prácticas homosexuales (art.431 del Código Penal). Además, en el año 1954 se modifica a Ley de Vagos y Maleantes de 1933 para incluir a los homosexuales porque según decían, ofenden la moral del país, y lo llaman medidas de seguridad con finalidad preventiva, con la finalidad de “proteger” y “reformar”. A los homosexuales se los condenaba a separación de los demás e internamiento en instituciones especiales o la colonia agrícola. Además, se los prohibía residir en ciertos lugares (coincidiendo con el de su residencia habitual) y se los obligaba a estar sometidos a vigilancia de los Delegados.
El objetivo no era otro que perseguir y castigar cualquier práctica homosexual. Dieciséis años más tarde, el gobierno de Carrero Blanco sustituía el texto por la Ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social. La nueva regulación contemplaba disposiciones similares, pero incluía además penas de hasta cinco años en cárceles o manicomios para los homosexuales y demás individuos considerados como peligrosos para que se rehabilitaran.

Como consecuencia de esta ideología, los homosexuales no sólo eran sometidos al aislamiento social en manicomios y prisiones, sino que los condenados no podían reintegrarse en la sociedad hasta que no se hubiera evaluado su "curación". En otras palabras, las personas afectadas no podían beneficiarse de indultos, amnistías, redención de penas o libertad condicional como otros presos.

La manifestación de las Ramblas.

La persecución de la homosexualidad en España llegó a una situación límite, las protestas no fueron violentas, sino en silencio y bajo pseudónimos, valientes como Francesc Francino (Mir Bellgai) o Armand de Fluvià (Roger de Gaimon) comenzaron a organizar los primeros movimientos





LGTBI. Más de 4.000 personas se concentraron en Barcelona para exigir la derogación de la Ley de Peligrosidad.

En la década de los setenta, de Fluvià y Francino fundaron el Movimiento Español de Liberación Homosexual, un grupo compuesto en su mayoría por hombres, que empezó a editar en 1972 el boletín mensual Aghois. Eran tiempos de clandestinidad y miedo, lo que no les impidió trabajar por los derechos del colectivo LGTBI.

Tras la muerte de Franco, los activistas crearon el Front d'Alliberament Gai de Catalunya, el movimiento que dio lugar a la fundación del Institut Lambda, el primer centro cultural y de servicios para homosexuales en España. El luego conocido como Casal Lambda, situado en Barcelona, fue el germen de la primera gran manifestación por los derechos de personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales. Era el 26 de junio de 1977, y bajo el lema “Nosotros no tenemos miedo, nosotros somos", 4.000 personas se concentraron en las Ramblas para solicitar amnistía para los delitos sexuales y la derogación de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.

Los manifestantes no habían interrumpido en ningún momento la manifestación pues circularon en orden por el centro de Las Ramblas. A la altura de Canaletas la policía dispersó a las 4.000 personas con disparos de balas de goma. La manifestación de Las Ramblas marcó un punto de inflexión en la defensa de los derechos de las personas homosexuales.

El gobierno de Suárez retiró en 1978 la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad. La manifestación de las Ramblas fue el comienzo de algo más grande: la expansión del colectivo LGTBI por el resto del país. Así fue como la primera concentración se repetiría con éxito en 1978 en las ciudades de Madrid, Barcelona, Bilbao y Sevilla.
La celebración del Orgullo se convirtió en algo más que una manifestación. El 26 de diciembre de 1978, Suárez retiró la homosexualidad de la Ley de Peligrosidad y Rehabilitación Social.
En 1980 El Front d’Alliberament Gai de Catalunya dejó de trabajar en la clandestinidad, pero la persecución al colectivo homosexual continuaba, los homosexuales seguían expuestos a las redadas y detenciones por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.






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