“Si
no creemos en la libertad de expresión de aquellos que despreciamos,
no creemos en ella en absoluto”. Noam
Chomsky (1928-X).
En lugares donde se dan situaciones de injusticia u opresión también se dan artistas conscientes de la realidad, y conscientes también de su capacidad para traducir su visión sobre la realidad en acciones artísticas.
Un ejemplo de estas manifestaciones artísticas que adoptan forma de protesta es Banksy. Su identidad real es un misterio, pero sus obras son muy conocidas.
Todas tienen un significado social, y critican esta sociedad consumista y decadente, así como las guerras y las injusticias.
Todos hemos oído hablar de Banksy, pero no ha sido el primer artista comprometido con causas sociales.
Garry Winogrand: este fotógrafo del Bronx fue uno de los portavoces de los conflictos sociales de mitades del siglo XX. A pesar de haber fotografiado mucho en Los Ángeles y muchos otros lugares, a Garry se le reconoce esencialmente como un fotógrafo de la ciudad de Nueva York. Publicó cuatro libros durante su vida, aunque la mayor parte se dedicó a hacer de fotoperiodista freelance i de fotógrafo para anuncios. Manifestaciones, reivindicaciones por razón de identidad, sexo o raza… nada escapó al objetivo de Garry.
Shirley Clarke: esta cineasta neoyorkina es conocida por sus películas independientes y experimentales. Fue un miembro activo de la comunidad de cine independiente en Nueva York pero más tarde centró más su atención el producción cinematográfica de vertiente social. Después de ganar un Óscar al Mejor Documental en una obra en la que plasmó los últimos meses de vida del poeta Robert Frost, Shirley hizo Portrait of Jason, un documental puro y sin adornos, y se creó mediante una única entrevista de 12 horas con Jason Holliday, un afroamericano homosexual que aspiraba a ser performer en un club nocturno. Las historias de Jason sobre racismo, homofobia, abuso parental, drogas, sexo y prostitución habrían resultado chocantes si no fuera por el toque de humor y en encanto con que eran contadas. Es por eso, que la película fue una revelación, y todavía se mantiene como tal dentro de los LGBT films.
Danny Lyon: a lo largo de las últimas cinco décadas, Danny ha producido una mezcla de fotografías documentales y películas, ambas cosas con consciencia política y personal. A principios de los 60s, cuando muchos fotógrafos investigaban la poesía de las calles y empezaban a fundar las bases del fotoperiodismo, Danny abrazaba tanto el potencial lírico como el reivindicativo de la fotografía, para conseguir que la gente fuera más consciente de los problemas políticos. Estuvo a la cabeza de grandes manifestaciones cosa que, como él dice, le permitió “tener el raro privilegio de ver la historia de primera mano”. Fotografió las cárceles de Texas durante 14 meses, antes de llevar a cabo una de sus obras más conocidas, el documental Los Niños Abandonados, una película sobre los niños en las calles de Colombia, que se llevó a cabo en el 1975 y que recientemente fue restaurada digitalmente.
Bibliografia
https://elasombrario.com/garry-winogrand-el-espectaculo-de-la-calle-y-las-mujeres-guapas/
https://www.nytimes.com/2012/04/29/movies/the-shirley-clarke-project-by-milestone-films.html
https://lens.blogs.nytimes.com/2016/06/13/the-freedom-to-be-danny-lyon/
https://www.europosters.es/fotomurales/graffiti-de-banksy-v34152
https://www.lamonomagazine.com/5-artistas-que-dedicaron-su-arte-a-las-causas-sociales/
Barbancho, J. (2014). Arte, sociedad y política: otras formas de protesta. Revista de investigación
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