El consumo de alcohol en la adolescencia.


El consumo de alcohol (CA) es una de las conductas de riesgo más común entre los adolescentes. Representa un riesgo por sí mismo y por los problemas asociados que plantea. Algunos de ellos son los accidentes de tráfico, el sexo sin protección, la violencia...
En la tabla se muestran las cifras que nos ofrece el Observatorio Español para la lucha contra las drogas sobre el CA. 

¿Por qué es tan perjudicial el consumo de alcohol en la adolescencia?
Está demostrado que el consumo intermitente de alcohol causa daños cerebrales con alteraciones de la conducta y de la memoria. Estos hechos pueden dar lugar a trastornos del aprendizaje. Otra cuestión importante es que, con un mismo consumo, la tasa de alcohol en sangre es proporcionalmente más alta que en adultos.
Los adolescentes muestran antes los signos de embriaguez, y el daño cerebral es, por tanto, mayor. Son menos sensibles a los efectos sedantes y a los trastornos motores del alcohol. Esto limita su percepción de riesgo ante el CA y da lugar a mayor excitación y menor sedación cuando han bebido. Naturalmente, esto da lugar a más peleas, accidentes de tráfico...
¿Por qué es tan peligroso el consumo de alcohol en el embarazo?
El alcohol pasa libremente por la barrera placentaria lo que causa efectos tóxicos para el feto, dando lugar al síndrome de alcoholismo fetal. En el desarrollo de este síndrome influyen la magnitud del consumo, la frecuencia, el momento del embarazo, el estado nutricional, la situación social de la madre y posibles consumos de otras sustancias.
Se debe insistir en que no hay ningún nivel seguro de consumo de alcohol en el embarazo. El síndrome de alcoholismo fetal puede ser completo o incompleto con una sintomatología mucho menos florida.

¿Por qué es tan dañino el consumo compulsivo de alcohol también denominado "colocones" o en inglés Binge Drinkin?

Con el nombre de “atracones, colocones” o en inglés “binge drinking” (BD) se conoce una conducta de consumo, en la que se beben más de cuatro bebidas (cada una de ellas de un mínimo de 10 mgrs de etanol) para las chicas o cinco para los chicos, en una sola vez o en un período de pocas horas, con el fin de “colocarse” y con un importante matiz de falta de control. Esta conducta se ha hecho cada vez más común y se asocia con una mayor frecuencia de todas las conductas de riesgo: accidentes de tráfico, peleas, sexo sin protección, no llevar casco en moto o cinturón de seguridad en coche, suicidios...
Los adolescentes que tienen más episodios de BD suelen tener más problemas con el alcohol cuando son adultos. El BD da lugar a alteraciones cognitivas, de la memoria y del aprendizaje. Estas alteraciones se dan, aunque los consumos no sean muy grandes, ya que resultan dañinas para un cerebro que aún está en desarrollo como son los adolescentes hasta los 20 años. 
¿Cómo pueden intervenir los padres?
Decálogo de buenas prácticas para madres y padres:
  •     Hablar con los hijos aprovechando las veces en las que los veamos predispuestos a ello.
  •     Fomentar ocios y aficiones en común. Buscar la forma de divertirse con ellos.
  •     Tener un proyecto educativo individual para cada hijo.
  •     Transmitir los valores propios de la comunidad en la que se vive.
  •     Enseñar sobriedad en general y en el uso del dinero en particular.
  •     Dar un modelo adecuado con el propio consumo de alcohol.
  •     Conocer a sus amigos y a su pandilla. Ofrecer si es posible la propia casa para que se reúnan.
  •     Fijar unos horarios razonables pero firmes en los "horarios de salidas".
  •     Reforzar positivamente las conductas que lo merezcan y negativamente las que requieran corrección. En estas últimas señalar y explicar la actuación correcta, pero sin descalificar a las personas.



Bibliografia.
http://www.familiaysalud.es/salud-joven/para-padres-de-adolescentes-y-publico-en-general/el-consumo de-alcohol-en-la

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