Machismo en adolescencia
Para intentar que las actitudes agresivas no se produzcan y no se agraven, existen talleres en los centros en los que se enseña a los adolescentes a detectar la violencia y los comportamientos tóxicos desde sus inicios, como los que imparte Melisa Ruiz, experta en género.
A diario visita los institutos para darles las herramientas adecuadas. Los cursos, cuenta, se dividen en dos partes; una en la que se aproximan a temas como el género o la identidad, la de-construcción que busca explicar "qué nos construye" como hombres o mujeres, seguida de una segunda en la que se tratan la violencia y las agresiones de forma explícita. "La formación en igualdad es escasa", señala contundente.
El principal problema en las aulas es que los adolescentes no saben identificar la violencia machista en la pareja si no aparecen lesiones físicas. Los celos, el control o violentar el ambiente son vistas como cuestiones menores y no las relacionan con el maltrato. No es de extrañar, cuando a muchos adultos también les cuesta identificar las señales. Hasta que se les dan las herramientas adecuadas. Cuando se marca un comportamiento negativo, generalmente se dan dos reacciones, explica: unos entienden el proceso y buscan alternativas, mientras que otros lo rechazan porque supone una auto crítica importante.
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